La IP quiere dar marcha atrás a la historia y busca el monopolio de la educación, de la economía y aún más, del aparato gubernamental. La IP lanza un contragolpe a los intentos del gobierno para limitar su poderío y cree que tiene asustado a este régimen con lo de la atonía. La IP quiere hacer responsable al gobierno de la crisis y desprestigiar el manejo estatal en los negocios, para ocultar su ineptitud.
Los 159 mil millones de dólares han servido para: Sostener gobiernos “gorilas”. Combatir movimientos nacionales progresistas. Provocar guerras en Corea, Vietnam, Laos, etc. Vender armamento caro e influir en los sectores militares. Estimular las exportaciones norteamericanas. “Alinear” gobiernos a favor de los Estados Unidos. Crear “climas favorables” para las inversiones privadas norteamericanas. “Alinear” burguesías de los paísesbeneficiarios” de la “ayuda”.
El gobierno se aferra a seguir montado en el filo del cuchillo. La denuncia hecha recientemente por el dirigente de los trabajadores petroleros relativa a que un pequeño grupo opulento está obstaculizando la labor del actual gobierno, corresponde en verdad a una opinión muy generalizada en muy amplios y variados sectores de la Opinión Pública.
¿Qué repercusiones tendrá en la economía del mundo? ¿y de México? En condiciones de “emergencia nacional” el presidente Nixon presentó el domingo 15 ante la nación norteamericana un programa de acción económica dirigido a hacerle frente a los serios problemas que afectan a la economía interna de los Estados Unidos y a sus relaciones con el exterior. La desproporcionada importancia que tienen los Estados Unidos en la economía mundial y las precarias condiciones en que se encuentran el comercio, las finanzas y los mercados monetarios en escala internacional hacen esperar que “la nueva política económica” del gobierno de Nixon tenga grandes repercusiones, tanto dentro de los Estados Unidos, como en los demás países, sean ellos subdesarrollados y de los de alto nivel económico.
La producción industrial ha bajado desde 1976; el desempleo alcanzó más de 5 millones de trabajadores; los precios están creciendo en 7 por ciento anual; el comercio con el exterior que producía superávit de 7 mil millones, se ha tornado en deficitario desde 1971; grandes huelgas y conflictos de trabajo, debido a los malos negocios y a la inflación, se extienden por doquier, afectando actividades claves como industria del hierro, teléfonos, ferrocarriles.
Con Alemania, Italia y Francia lo supera ya en la producción. Para fortalecer su ahora decadente economía, Nixon fortalece los monopolios para enfrentarlos contra los países nacionalistas. Los acontecimientos que han seguido al planteamiento del presidente Nixon de “nueva política económica” están demostrando con toda claridad que lo que se ventila en escala mundial es una cada vez más intensa lucha del capitalismo monopolista norteamericano por mantener su preponderancia en escala mundial, no solamente en lo que se refiere a los países del “Tercer Mundo”, sino frente a países como Japón y los de la Europa Occidental.
Medidas urgentes y firmes debe tomar el gobierno frente a o que puede ser una emergencia nacional. ¿Pagaremos con la reserva, con nuevos créditos o con más inversiones extranjeras nuestra deuda? El mundo comercial y financiero internacional ha entrado en un proceso de fuerte ebullición. El látigo norteamericano —10 por ciento de sobrecarga sobre las importaciones y la flotación del dólar y su desligamiento del oro— está provocando desajustes y reajustes. A la flotación del marco alemán (Occidental) y de otras monedas europeas, se ha sumado la flotación del yen japonés; a las protestas de los países industrializados europeos y el Japón y a sus gestiones frente a Estados Unidos para que eliminen el nuevo impuesto a las importaciones y ponga en orden su divisa, se han agregado las de muchos países del “Tercer Mundo” en un sentido parecido, entre los latinoamericanos representados en la CECLA.
La actitud cada vez más decidida de la América Latina de hacer un frente común para defender sus intereses ante el tratamiento no equitativo de parte de los Estados Unidos y que ahora adquiere perfiles de una verdadera agresión con el establecimiento de la sobrecarga del 10 por ciento sobre las importaciones y de otras medidas proteccionistas del gobierno de Nixon, obedece sin duda al empeoramiento de la situación económica de nuestros países, especialmente en lo que hace a los desajustes de su comercio, al creciente endeudamiento exterior y a la cada vez mayor dependencia respecto al Coloso del Norte.
El llamado Grupo Monterrey es uno de los sectores económicos del país que más comentarios y discusiones provoca en la opinión pública, tanto desde el ángulo de su importancia económica, como del papel que juega en la política nacional. ¿Se trata de un grupo homogéneo? ¿Forma un sector aparte, independiente, respecto de los otros grandes grupos financieros? ¿Es un sector nacionalista que se ha mantenido inmune a la penetración de capitales extranjeros? ¿Tiene un carácter progresista, de visión avanzada o es en cambio un grupo de tendencias reaccionarias? Estas cuestiones y otras semejantes se plantean con frecuencia alrededor del discutido sector empresarial de la Sultana del Norte.
La dominación económica de los grandes capitalistas norteamericanos sobre la América Latina, que se ha ido acentuando de manera acelerada, está adoptando una serie de formas, con frecuencia sutiles, que les permiten penetrar de manera profunda en la determinación de la orientación y de las manifestaciones concretas de la política económica de nuestros países. Su influencia no se limita al manejo de un creciente número de grandes empresas en las ramas clave de la economía, especialmente en la industria de transformación y en el comercio, en las que tienen invertidos más de 14 000 millones de dólares (valor en libros, con valor real no menor de 25 000 millones de dólares) sino que se extiende de manera insospechada a través de diversidad de organismos y asociaciones empresariales con sede en los Estados Unidos y en los propios países latinoamericanos, en los que tienen participación directa.
Manipularon las cuotas. El mercado norteamericano del azúcar hasta el primer semestre de 1960, estaba reservado totalmente para la producción doméstica de los Estados Unidos y sus territorios bajo su control y para la de Filipinas (hasta 1946 fue colonia norteamericana) y la de Cuba cuya industria azucarera estaba casi totalmente dominada por empresas yanquis. El 97.1% de las necesidades de azúcar en los primeros seis meses de 1960 eran cubiertas por esos proveedores, correspondiendo el 53.4% a la producción domestica y colonias, el 33.4% a Cuba y el 11.2% a Filipinas. Solamente el 2.9% era adquirido en otros países, correspondiendo a México el 0.7%, o sean 58,795 toneladas cortas, de un consumo total de 8.5 millones de toneladas.
El mercado mundial, inestable; los precios muy fluctuantes y con clara tendencia a la baja. La plata ha estado ligada a los destinos de México por cuatro largos siglos. La plata mexicana en pasta y en cuños ha circulado por todos los países del mundo, desde los tiempos coloniales. Los Estados Unidos utilizaron los cuños mexicanos -old spanish dollar- como moneda circulante en los primeros años de su vida independiente; China, Corea, Filipinas y otros países de oriente también incorporaron a su moneda en circulación las monedas de plata mexicanas. Como dato curioso y revelador puede mencionarse el de que en las Tumbas de la dinastía Ming, en China, cerca de Pekín, entre los objetos valiosos que en ellas se encontraron figuraban monedas mexicanas de plata.
Representa una victoria para Estados Unidos, pero para México y para el Tercer Mundo, este nuevo bloque de los seis significa mayores problemas para nuestro mercado exterior. No cabe duda que el mundo actual se encuentra en un proceso de cambios tan rápidos e intensos que es difícil seguir su curso y sobre todo captar su contenido y consecuencias en escala mundial y su impacto en la situación interna de las naciones. Los avances tecnológicos aplicados a la producción y a los servicios (telecomunicaciones, transporte y otros) está estrechando los lazos internacionales a tal grado que lo que sucede en un país o en una región extiende su influencia a todos los demás, en mayor o menor grado.
Los monopolios controlan: los puestos clave del gabinete: Departamento de Estado, Defensa, del Tesoro; y los asesores inmediatos de la Presidencia y del Gabinete; la poderosa y siniestra CIA; las Embajadas y Misiones Especiales importantes, los Comités de relaciones económicas y políticas en el exterior. Los Grupos Financieros imperialistas de los Estados Unidos y la resistencia de los pueblos ante la intervención extranjera, está mostrando ya que el dominio imperialista está llegando a su fin y con ello se vislumbra una era de progreso, independencia y Paz, en un marco de solidaridad mundial.
La CIA, creada en 1947 durante el Gobierno de Harry S. Truman, es producto de la época en que el gobierno de los Estados Unidos, fuertemente dominado por los monopolios, se erigió como "líder del Mundo Libre". abanderado del Sistema Capitalista y el heredero de Imperios, al terminar la Segunda Guerra Mundial. Las tareas de la CIA, por esa razón, consisten en ayudar a la penetración y dominio de los monopolios norteamericanos e el mundo, consolidando gobierno (gorilatos) afines a esos objetivos, y creando toda serie de dificultades a los que adoptan una política nacionalista y popular. Todo, con el pretexto de luchar en favor d la democracia y la libertad y de combatir la expansión del comunismo.
Para comprender cabalmente el impacto del control extranjero del cobre, principal riqueza chilena actualmente, veamos algunos datos relevantes: las exportaciones de cobre proporcionan alrededor del 75% de las divisas cada año; la actividad cuprífera constituye el principal renglón de los ingresos gubernamentales; las utilidades extraídas por las compañías extranjeras de 1960 a 1969 ascendieron a 704 millones de dólares (sólo en los tres últimos años salieron por ese concepto 362.2 millones de dólares); finalmente, la mayor proporción de las exportaciones consistieron de metal no refinado, hasta 1965, y todavía en 1968 (último dato disponible) las exportaciones de cobre no refinado representaban más del 40% del total. La nacionalización del cobre sigue la ruta de la del petróleo mexicano realizada por Cárdenas y merece el apoyo moral y político de nuestra América en esta hora propicia a la batalla por dar a Latinoamérica su independencia económica.
La celebración del 150 aniversario de la Independencia del Perú reviste una especial importancia en estos momentos, no solamente para el pueblo peruano, sino para todos los pueblos que luchan por lograr un desarrollo nacional independiente para beneficio de las mayorías. Y es que el Perú está llevando a cabo una transformación profunda de sus estructuras económico-político-sociales que está contribuyendo de manera considerable al cambio de juego de fuerzas en el continente a favor de los intereses populares.
México inició las rebeldías y su ejemplo ha sido seguido por casi todos los productores del oro negro. Ahora el turno es de Venezuela, quien promulga una legislación nacionalista. El petróleo por su importancia militar y económica ha jugado un papel de primera importancia en el juego del imperialismo mundial. La “fiebre del oro negro” lanzó a las grandes empresas, apoyadas por la diplomacia y sobre todo por las bayonetas de sus gobiernos a todos los rincones del mundo, en busca del preciado combustible que de manera creciente, se convertía en la fuerza impulsora de su industria y transporte y también de su aparato militar.
Con dinero del público establecen negocios propios y adquieren otros con lo que van controlado la riqueza del país; la banca privada es muy eficiente para obtener lucro pero incapaz para operar con fines sociales. Los bancos nacionales Ejidal y Agrícola operan con pérdidas y tienen deficiencias (que deben superarse), pero realizan una importantísima labor económico-social. Esos bancos, manejados por el sector privado ¿cumplirían mejor su función económico-social y a la vez obtendrían utilidades? Muchas empresas del gobierno en diversos ramos, incluyendo el crédito operan con amplias utilidades (Banco de México, Nacional Financiera, Banco de Comercio Exterior, Altos Hornos, entre otros) ¿por qué no habían de operar bien los bancos de depósito en manos del propio Gobierno, disponiendo del dinero del público a título gratuito o a muy bajo costo? Como factor clave de la economía la Banca de Depósito debe ser manejada por el gobierno, con eficiencia, aunque no preponderantemente con criterio de lucro. Esta es una demanda revolucionaria y constituye un punto esencial del programa de las fuerzas de izquierda del país.
Los Estados Unidos, una vez más, descargaron sobre los europeos y otros países, el peso de los problemas en los que es protagonista principal; la “rebelión monetaria europea” puso más en claro los grandes problemas que existen dentro del capitalismo; las medidas adoptadas por los europeos son solamente de carácter paliativo; la crisis monetaria en el mundo continuará, porque es una manifestación de la crisis general que vive el capitalismo. Se trata de una lucha por sacudirse el dominio norteamericano o al menos reducirlo, porque la dependencia les ocasiona serios problemas. Pero, la lucha se desenvuelve dentro de ciertas “reglas del juego”, que en lo esencial consisten en no debilitar al sistema capitalista.
Empresas multinacionales norteamericanas de Europa son las que más especulan con dólares. Las informaciones y comentarios sobre los desajustes monetarios que están teniendo lugar en el mundo occidental, y que afectan principalmente al dólar, hacen referencia reiterada al Euro-Dólar como uno de los factores que están jugando un papel prominente en los movimientos especulativos en el mercado de divisas. También se hace referencia frecuente a algunos hechos que parecerían incomprensibles, como el de que entre los grandes especuladores con el dólar se encuentran grandes firmas norteamericanas que operan en Europa, así como el hecho de que algunas de ellas “le están haciendo el feo” al dólar, la moneda de su país de origen, imponiendo limitaciones a su recibo en pago de servicios o deudas.
La crisis, que ha sido considerada de tipo benigno por el sector oficial y los hombres de negocios de los Estados Unidos, está dejando saldos de considerable gravedad, especialmente para los estratos de la población de menores ingresos, aunque también las grandes empresas han estado resistiendo serios perjuicios, tanto en la reducción de sus ganancias que en algunos casos conspicuos se han evaporado totalmente y en otros se han convertido en pérdidas considerables, como en la forma de un visible deterioro de la imagen de las grandes empresas privadas ante la opinión pública.
La corriente a favor de una sólida integración económica de todos los países de la región “al Sur del Río Bravo” ha ido robusteciéndose en los últimos años como resultado, sin duda, de la fuerza de los hechos que han llevado al convencimiento a nuestros pueblos de que dentro del marco de grandes potencias y de poderosos bloques que dominan la economía mundial, no será posible para nuestros países de manera aislada y hasta en franca competencia entre sí, asegurar las condiciones de progreso y de independencia a que aspiramos.
Los Estados Unidos olvidan muy pronto, cuando les conviene: cuando intentó bloquear y asfixiar a Cuba, su principal proveedor de azúcar hasta 1960, recurrió a “sus amigos latinoamericanos” para que lo ayudaran a cubrir sus necesidades de azúcar y, de paso, se hicieron cómplices de la agresión a un país hermano; ahora manipula las cuotas, reduciéndolas a unos y elevándolas a otros, por razones puramente políticas de su conveniencia. Frente a estas agresiones los países latinoamericanos deberían unirse y demandar un trato correcto y justo en sus transacciones con el poderoso, que dejará de serlo si en lugar de dividirnos por las manipulaciones norteamericanas, hacemos un frente común en defensa de los intereses de nuestros pueblos.
Sobre las cifras de 1969 crecieron las importaciones 378 millones de dólares. El déficit comercial sobrepasó los mil millones de dólares frente a 693 millones en 69; solo el turismo y las transacciones en la frontera algo ayudaron a cubrir el déficit comercial; sin embargo aún tomando en cuenta esos renglones, el déficit fue de 865 millones de dólares frente a 580 en 69. La deuda exterior aumento en 337 millones de dólares para llegar hasta 3,170 millones.
Las grandes firmas multinacionales dominan el mercado internacional e imponen su ley al fijar los precios; es preciso organizar la producción y nuestro comercio exterior; organizar a los productores para ventas directas al ext erior y comerciar con todos los países del mundo sobre bases justas.
Su posible devaluación ¿aliviará la situación del peso mexicano o contribuirá a agravarla más? El oro se mantiene firme a 39 dólares la onza frente a los 35 dólares fijados por los EE.UU.
Prueba de la preocupación que está dando la debilidad del dólar es la declaración del Srio. de Hacienda Hugo B. Margáin, de que México está dando medidas adecuadas. La enorme importancia económica que tienen los Estados Unidos en el mundo da base para que ahora que de nuevo el dólar se encuentra en dificultades, en todas las latitudes se planteen algunas interrogantes sobre el inmediato futuro de esa divisa y en relación a las repercusiones que tendría su eventual devaluación.
¿Qué haríamos si las maquiladoras se extendieran por todo el país? Ocupan a 17 mil obreros que ganan sólo 210 millones de pesos al año. De 1966 a 1970 se han establecido 187 empresas de las cuales 158 son filiales norteamericanas; alrededor del 70% de los ingresos de los obreros y empleados se gastan al otro lado o sea 147 millones, lo que indica que en este lado gastan únicamente 63 millones de pesos; ¿qué haríamos si las maquiladoras se extendieran por todo el país?