Con verdadero regocijo me sumo a la celebración del 55 aniversario de la fundación del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). —Recuerdo que siendo todavía estudiante en la Escuela Nacional de Economía (ENE) y director de la misma el ameritado Profesor Jesús Silva Herzog, nuestro instituto inicio sus actividades bajo la dirección del destacado investigador Miguel Othón de Mendizabal. Con muy escasos recursos, sin planta de investigadores y con apenas una secretaria, el Maestro Othón de Mendizabal, con todo entusiasmo, dedicó sus mejores esfuerzos a darle vida al Instituto apoyando a la ENE, en materia de investigación y en actividades como visitas guiadas a centros industriales, mineros y agropecuarios, así como en asesorías de trabajos de investigación y de elaboración de tesis profesionales.
Del 5 al 9 de noviembre de 1984 el Instituto de Investigaciones Económicas llevo a cabo el IV Seminario de Economía Agrícola del Tercer Mundo en homenaje al doctor Ernest Feder.┼ Estuvo coordinado por investigadores de su planta académica: el licenciado Manuel Aguilera, el doctor Nicolas Reig y así como por el ingeniero Gerardo Cruz. Para el evento se contó con los auspicios de la Coordinación de Humanidades y el apoyo de la Direcci6n General de Asuntos del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El propósito de presentar en este número de la revista Problemas del Desarrollo, parte de la obra de José Luis Ceceña Cervantes, a cuatro años de acaecida su muerte prematura, obedece a diversas razones. Una de ellas es que se ha considerado que el fruto del esfuerzo intelectual de todo investigador preocupado por hacer aportaciones a la ciencia económica (en este caso) no debe ser desechado; más aún, cuando la labor de esta investigación resulta de gran utilidad, y es un material digno de ser aprovechado en el marco del quehacer intelectual cotidiano y como también por la posibilidad de ayudar en el entendimiento de la problemática social, en los panoramas nacional y mundial y en la búsqueda de soluciones a ella.
En agosto de 1982, el Instituto de Investigaciones Económicas organizó el II Seminario de Economía Agrícola del Tercer Mundo. El evento se realizó en diez sesiones académicas, abierto a investigadores y especialistas de esta temática. Como se señalan específicamente en el Folleto y la Convocatoria distribuidas: Este año el seminario se centrará en la agricultura contemporánea de México, sector que ha experimentado profundas modificaciones, generadas tanto por la dinámica económico-social interna, como por la inserción del país en una región y un período altamente transformador.
Este número de Problemas del Desarrollo aparece en pleno periodo y acelerado desenvolvimiento de conflictos en Centroamérica. Estos no solo amenazan con hacer de la porción ístmica del continente el campo de una guerra regional de consecuencias no mensurables, sino que afectan más o menos directamente a toda la América Latina y sin exageración al mundo entero. Acontecimientos tales como, la invasión de la isla de Granada por la flota bélica de los Estados Unidos; el constante hostigamiento mercenario a Nicaragua desde el territorio de Honduras y en menor escala desde el de Costa Rica; la presencia cada día numéricamente mayor de los llamados asesores militares norteamericanos en El Salvador; las ayudas económicas (en verdad logístico-militares) a los gobiernos de ese país, pero también al hartamente genocida de Guatemala, todo ella con su trágica resonancia no oscurece ni mucho menos desvanece, la causa principal de los males que agobian a los pueblos latinoamericanos: el capitalismo del subdesarrollo en sus diversas modalidades nacionales, distintas políticas y mayores o menores grados de dependencia del imperialismo, sobre todo del norteamericano.
El sistema monetario internacional surgido en 1945 se ha derrumbado. Los desórdenes inflacionarios y especulativos resultantes infligen grave daño a la mayoría de los pueblos y países. Es indispensable idear y negociar nuevas estructuras y procedimientos monetarios. Hasta ahora la comunidad internacional ha dado poca atención a este importante elemento del nuevo orden internacional. Esta Iniciativa de Arusha es una contribución al desarrollo tan necesario del debate y de la acción.
El proceso de desarrollo de la mayoría de los pueblos del mundo, considerado en términos modernos o, más precisamente expresado, en términos del imperialismo de hoy, no obstante los impresionantes avances que se han experimentado durante eI último cuarto de siglo en todos y cada uno de los campos del acontecer socioeconómico y político —aun en las áreas que a finales de la década de los años cincuenta eran consideradas como prácticamente al margen del desarrollo histórico—, pasa por la independencia política, fenómeno este que en los términos que exige el entendimiento de la dimensión cobrada por la era imperialista al completar casi un siglo conceptúa solo una etapa, la primera e insoslayable etapa de un combate radiado y secular por la liberación total de la mayoría de tales pueblos.
La coyuntura financiera y monetaria internacional durante el presente año (hasta julio) se caracteriza por una fuerte tendencia alcista de las tasas de interés, por el fortalecimiento del dólar (que está aumentando la inestabilidad de los mercados de cambios), por considerables movimientos de capitales hacia Estados Unidos y por pronunciadas bajas en el precio del oro. Evidentemente, los trastornos monetarios y financieros que están ocurriendo son manifestación de la crisis económica general que está afectando al mundo capitalista y en especial a la economía norteamericana.
Bajo los auspicios de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), se celebró en Santiago, Chile, la primera Conferencia de Facultades y Escuelas de Economía de Latinoamérica en el año de 1953. En esa conferencia se consideró conveniente formar una asociación que tuviera por objeto "promover el intercambio sobre las experiencias en la enseñanza y la investigación económica como un medio de lograr la superación académica" de las distintas instituciones de la región.
El 11 de febrero de este año se inauguró el Primer Seminario de Economía Agrícola del Tercer Mundo, organizado por el Instituto de Investigaciones y Servicios Educativos de la UNAM, evento que finalizará el 10 de junio del presente. El propósito principal de este seminario, a cargo de los doctores Ernest Feder y Nicolás Reigh, y del ingeniero Gerardo Cruz M., miembros destacados del personal académico de nuestro Instituto, es el de abrir una discusión sobre algunos temas fundamentales relacionados con las agriculturas del Tercer Mundo.
Desde fines de los años sesenta el sistema capitalista internacional se enfrenta a la crisis más compleja de toda su historia. América Latina como eslabón de dicho sistema se encuentra inmersa en ella. Se trata de una crisis global, no solo económica sino también social; política, ecológica, cultural e ideológica. Desde el punto de vista económico, la crisis revela nuevas contradicciones y problemas que convierten en inoperantes las medidas de política económica que en otra etapa permitieron al capitalismo alcanzar un rápido desarrollo de las fuerzas productivas y aliviar el desempleo de la fuerza de trabajo y otros recursos productivos. La yuxtaposición de altas tasas de inflación con procesos de estancamiento y recesión se ha convertido en un verdadero rompecabezas que la teoría económica tradicional se empeña inútilmente en resolver.
Al iniciarse la década de los ochenta, la estructura económica de México mantiene los rasgos del desequilibrio interno y profundiza su encuadre en la actual fase de la dependencia. Contra 10 que pudiera esperarse con base en la experiencia recogida de coyunturas similares registradas en lo que va del presente siglo, podría incluso decirse que, frente a la crisis estructural del capitalismo, y no obstante los prolongados y profundos efectos de la desproporcionalidad engendrada por el presente ciclo econ6mico, el endurecimiento de la inserci6n proimperialista de la economía nacional es evidente como nunca antes.
Cada vez con mayor insistencia se está planteando en diversos círculos de los Estados Unidos, tanto en las esferas políticas como del mundo de los negocios, la conveniencia de integrar un Mercado Común de América del Norte, que comprendería a los Estados Unidos, a Canadá y a México. Tanto es así que la influyente revista norteamericana Fortune dedicó un extenso artículo sobre el tema, en su edición del 10 de septiembre de 1979, en el que hace un cuidadoso análisis sobre las ventajas, desventajas y viabilidad del proyecto de integración.
El 15 de agosto de 1971 el presidente Nixon sacudió a la opinión pública mundial al dar a conocer, sorpresivamente, su programa de acción gubernamental en la actividad económica, dirigido a contrarrestar la crisis interna y aliviar la difícil situación del dólar en escala internacional. La "nueva política económica" de Nixon, como se ha identificado a dicho programa constituye un viraje importante en la política norteamericana hacia un marcado intervencionismo gubernamental en la actividad económica, ya que una política de ese carácter sólo ha sido aplicada en los EUA en tiempo de guerra y durante la catástrofe de la gran depresión.
Los problemas que está afrontando la libra esterlina, que ahora ha recibido el embate de la "especulación" que ha obligado al gobierno británico a dejarla "flotar", constituye un episodio más en el proceso de desajuste y crisis en que se encuentra el sistema monetario de los países capitalistas. en efecto, el desequilibrio no se limita a la divisa inglesa, además de la libra esterlina, a la más importante moneda del mundo occidental, el dólar.
La creciente influencia que los capitales extranjeros —inversiones directas e indirectas—, están teniendo en las economías de los países "en vías del desarrollo" está llevando a los economistas, sociólogos, politicólogos y estadistas de todas las latitudes a dedicar gran atención al estudio de la razón de ser de dichas inversiones y del impacto que tienen, tanto en los países "huéspedes, como en la de los exportadores de capital.
El más reciente episodio de la crisis del dólar "ha puesto en claro, con gran evidencia, que las crecientes dificultades que está registrando la divisa norteamericana no son de tipo circunstancial y transitorio, sino que obedecen a factores estructurales que van mucho más allá del ámbito puramente monetario: las bases mismas del funcionamiento del sistema capitalista se encuentran en entredicho.
En las últimas décadas se ha venido manifestando un claro proceso de creciente intervención estatal en la actividad económica de los países subdesarrollados que está dando una fisonomía nueva a su organización económica. ¿Qué factores están determinando esa tendencia y cuál es su significado? ¿Se trata de un proceso de tipo socialista o más bien de un Capitalismo de Estado? La mayor intervención estatal, en amplitud y profundidad que se está registrando ¿constituye un avance en el proceso de los países subdesarrollados en su propósito de lograr un desarrollo acelerado e independiente o es una nueva forma que contribuirá al mantenimiento del statu quo de explotación humana y de sujeción exterior? Si se trata de un Capitalismo de Estado ¿no derivará hacia un Capitalismo Monopolista de Estado dominado por los monopolios y subordinado en conjunto a las grandes metrópolis?
No es exagerado afirmar que el problema de mayor envergadura al que se enfrentan los llamados "países en vías de desarrollo" en el camino hacia un alto nivel económico independiente y democrático, es el de la dependencia financiera, comercial y tecnológica respecto a los grandes países capitalistas, particularmente en relación a Estados Unidos. En correspondencia con esta realidad, se ha ido extendiendo en todo el ámbito de América Latina el interés por comprender en toda su significación la importancia económica de las inversiones internacionales (uno de los instrumentos más poderoso de sujeción económica) y para encontrar los medios más eficaces para evitar o contrarrestar en la medida de la posible acción dominadora de dichas inversiones.
El desarrollo económico de nuestro país, su intensidad y estructura, y muy especialmente su rumbo, perspectivas y problemas que enfrenta, tiene que ubicarse dentro del marco de la dinámica mundial y del juego de fuerzas que están influyendo en el curso del progreso de la sociedad humana en lo económico, lo político y lo social.
Durante el largo periodo de gobierno del general Porfirio Díaz (1876- 1911) que abarcó más de tres décadas, tuvo lugar un importante crecimiento de la economía mexicana, resultado de condiciones externas favorables a dicho crecimiento y de factores internos que le fueron propicios. En el marco internacional, la época de finales del siglo [XIX] y principios del presente, corresponde a la fuerte expansión del capital monopolista de los Estados Unidos y de algunos países europeos, Inglaterra y Francia principalmente.