La dominación económica de los grandes capitalistas norteamericanos sobre la América Latina, que se ha ido acentuando de manera acelerada, está adoptando una serie de formas, con frecuencia sutiles, que les permiten penetrar de manera profunda en la determinación de la orientación y de las manifestaciones concretas de la política económica de nuestros países. Su influencia no se limita al manejo de un creciente número de grandes empresas en las ramas clave de la economía, especialmente en la industria de transformación y en el comercio, en las que tienen invertidos más de 14 mil millones de dólares (valor en libros, con valor real no menor de 25 mil millones de dólares) sino que se extiende de manera insospechada a través de diversidad de organismos y asociaciones empresariales con sede en los Estados Unidos y en los propios países latinoamericanos, en los que tienen participación directa.
Además de la Cámara Americana de Comercio jefaturada ahora por Du Pont, las empresas extranjeras participan en: CONCAMIN: Anaconda, Asarco, Scott, Fairbanks Morse. CONACO: Anderson Clayton, Sears Roebuck, Pepsi Cola, Pan American de México, Cementos del Pacífico. CONCANACO: Anderson Clayton. Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas: Gene4ral Electric; Phelps Dodge; Westinghouse; Geneal Telephone & Electronics, Philips, Mallory. Cámara Nacional de Laboratorios Farmacéuticos: American Cyanamid, Upjohn. |
Cámara Minera de México: Asarco, Minera Frisco, Minera San Luis; Peñoles, Fresnillo. Cámara Nacional de Aceites y Grasas: Procter & Gamble, Lever Brothers, Productos Químicos. Allied Chemical; Pan American Sulphur; Celanese, Goodrich, ICI, Du Pont, Stauffer, Phillips Petroleum. Cámara de Productos Alimenticios elaborados con leche Nestlé, Carnation. Cámara Nacional de la Industria Hulera Goodrich. La función de las cámaras empresariales se supone que es de tipo consultivo sobre asuntos de la industria y el comercio, y de hecho son grupos de presión fuertemente penetrados por intereses extranjeros, principalmente norteamericanos. |
Desde los Estados Unidos, los grandes inversionistas norteamericanos influyen en la política que su gobierno adopta en sus relaciones con las repúblicas latinoamericanas dándole una orientación favorable a sus intereses monopolistas. Entre los organismos y asociaciones más importantes que les permiten ejercer esa influencia podemos referirnos a los siguientes:
Consejo de Relaciones Exteriores. Fundado en 1921, el Consejo de Relaciones Exteriores ha sido un factor de gran influencia en la determinación de la política exterior del gobierno de los Estados Unidos. Dicho Consejo se encuentra dominado por personajes de los grandes grupos financieros norteamericanos, como lo prueba el hecho de que en la presidencia del mismo han figurado destacadas personalidades de los grupos más poderosos como el Rockefeller, el Morgan, y otros, tales como John Mc Cloy, el propio David Rockefeller, Dvereux Josephs, Averell Harriman, Owen D. Young y Allen Dulles, este último jefe del FBI. El Consejo de Relaciones Exteriores recibe fuertes donativos de las fundaciones Ford y Rockefeller.
Comité para el Desarrollo Económico. La finalidad de este comité, fundado en 1942 bajo la presidencia de Paul G. Hoffman que era el presidente de la Studebeker y miembro de la Fundación Ford, es la de “asesorar” al gobierno norteamericano en la política de fomentar el desarrollo de los países del “Tercer Mundo”. Como es explicable, el asesoramiento de este comité consiste fundamentalmente en orientar las medidas gubernamentales en el sentido de que se haga descansar el desarrollo de nuestros países en las inversiones privadas lo que significa una política de puerta abierta para las inversiones norteamericanas. En este comité figuran también en posiciones destacadas, personalidades de las altas finanzas de los Estados Unidos.
Consejo para la América Latina. Como lo sugiere su nombre, este organismo tiene el propósito de ejercer influencia sobre los países de la América Latina. El carácter de la orientación de sus actividades puede deducirse fácilmente del hecho de que quien lo encabeza es el señor David Rockefeller, Chairman del Chase Manhattan Bank y figura destacada del negocio petrolero mundial, y de muchos otros ramos importantes. Entre los trabajos realizados por el Consejo para la América Latina merece ser mencionado el estudio intitulado “Las contribuciones de las inversiones privadas norteamericanas al desarrollo de la América Latina”, en el que se pretende atribuir a dichas inversiones un papel de primera importancia en el crecimiento económico latinoamericano.
La influencia en México
Además de la influencia general ejercida por los grandes inversionistas norteamericanos a través de los organismos indicados (y de otros que por razones de espacio no comentamos) intervienen en una serie de organismos empresariales en México a través de los cuales logran tener una considerable influencia en los asuntos internos del país en favor de sus intereses particulares. Entre los más importantes podemos referimos a los siguientes:
Cámara Americana de Comercio. Las empresas norteamericanas se agrupan en la Cámara Americana de Comercio con la finalidad de lograr las mejores condiciones posibles para que sus actividades les reporten los mayores beneficios. La dirección de la CAC está en manos de las empresas más fuertes, como se puede apreciar por la forma en que está integrado su Comité Directivo:
Presidente y gerente general, Frank B. Loretta, de la compañía Du Pont de Nemours; vicepresidente, George Burroughs Blake, de la Anderson Clayton; vicepresidente, Richard C. Burns, de la Sonoco: vicepresidente, Norman W. Gottlieb, de la H. Steele y Cía.; vicepresidente, Frank E. Leslie, de la Minnesota (3M), y tesorero, Emerson E. Downing, de la Price Waterhouse.
Cámara de Comercio de la Ciudad de México (CANACO): el presidente de la CANACO es el señor Miguel M. Blázquez, miembro del Consejo de Administración de la Anderson Clayton. Figuran también en el consejo de la CANACO personajes de la Sears Roebuck, Pepsi Cola, de la Pan American de México (Seguros) y de otras empresas norteamericanas.
Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN): Participan en la CONCAMIN personajes de la Anaconda, Asarco, Scott, Fairbanks Morse, entre otras.
Confederación de Cámaras de Comercio (CONCANACO): También en la CONCANACO participan representantes o funcionarios de empresas norteamericanas, entre otras, de la Anderson Clayton.
Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas. En esta cámara participan la General Electric, Phelps Dodge, Westinghouse, General Telephone and Electronics, Mallory, y muchas otras.
Cámara Nacional de Laboratorios Farmacéuticos. En el Consejo Directivo de esta cámara participan representantes de varios laboratorios norteamericanos, entre ellos, de la American Cyanamid y de la Upjohn.
Cámara Nacional de Productos Químicos. Entre las firmas que tienen representantes en posiciones directivas de esta cámara se encuentran: Allied Chemical, Pan American Sulphur, Celanese, Goodrich, Du Pont, Stauffer, Phillips Petroleum.
Cámara Nacional de Aceites y Grasas. Dos de las más importantes firmas norteamericanas del ramo tienen representantes en el Consejo Directivo de esta Cámara: Procter and Gamble y Colgate Palmolive.
La misma situación encontramos en la Cámara de Productos Alimenticios Elaborados con Leche, en la de la Industria Hulera, en la Cámara Minera, en la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM) y en otros organismos, como los importantes Comités de Importación de la Secretaría de Industria y Comercio.
Como puede verse con claridad, los grandes inversionistas norteamericanos tienen una participación muy importante en las cámaras y asociaciones empresariales, además de la que tienen en la propia Cámara Americana de Comercio. Esa participación con frecuencia se realiza a través de mexicanos que ocupan posiciones en los Consejos de las empresas extranjeras (¿prestanombres?) o de funcionarios a su servicio.
Pero la influencia de los inversionistas extranjeros es todavía mayor que la que sugieren estos datos, ya que existen organismos de enlace entre las asociaciones empresariales de México y las de los Estados Unidos y en ellas también tienen participación. De dichos organismos o comités de enlace vale mencionar el Comité Coordinador de Actividades Internacionales de la Iniciativa Privada y el Comité Bilateral de Hombres de Negocios México-Estados Unidos, que son instrumentos a través de los cuales se “coordina” la acción del sector privado de México (con gran influencia norteamericana) y el de los Estados Unidos. Y ya sabemos en qué sentido se realiza esa coordinación y las consecuencias que tienen en una mayor dependencia respecto a los intereses norteamericanos.
De lo que hemos explicado se destaca no solamente la gran influencia que el gran capital de los Estados Unidos tienen en México, sino otro también importante; las Cámaras de Industria y Comercio, que según la Ley tienen un carácter de consulta para el gobierno de México, se han convertido en fuertes grupos de presión de intereses extranjeros. ¿No estaría indicado modificar la Ley y excluir de las Cámaras y Asociaciones Empresariales a representantes de empresas extranjeras, aunque esos representantes sean mexicanos? y aunado a eso ¿no sería necesario limitar drásticamente el poder de las asociaciones y cámaras empresariales que ahora ejercen para bloquear todo intento de desarrollar al país por el camino democrático e independiente?♦