La formación de Productos Forestales de la Tarahumara, un paso importante.
Es el principio de la liberación económica de uno de los núcleos campesinos más explotados hasta hoy; medidas como esta, con las modalidades propias de cada zona, constituirían un éxito en otras regiones.
La pobreza e inseguridad económica en que viven las masas populares es a la vez el resultado del camino capitalista que ha seguido nuestro país en los últimos 30 años y un indicador de la debilidad de la Revolución Mexicana. En efecto, la orientación francamente capitalista en las últimas tres décadas es responsable de los más agudos problemas que padece nuestro pueblo y el país en su conjunto, porque el régimen de lucro conduce a la concentración de la riqueza y el ingreso, al dominio de los monopolios nacionales y extranjeros, a la explotación obrera y campesina, a la no utilización plena de los recursos naturales, financieros y humanos. Al despilfarro y a la subordinación económica a los grandes intereses capitalistas del exterior.
Por otra parte, los bajos ingresos campesinos y obreros, la falta de suficientes oportunidades de trabajo, la casi absoluta carencia de patrimonio de los trabajadores, ha debilitado en extremo a los sectores populares y minado peligrosamente la base de la sustentación de la Revolución Mexicana. Para que el movimiento revolucionario prospere es imperativo que se modifiquen substancialmente las relaciones de fuerza entre los sectores populares y los grupos oligárquicos que detentan el poder económico, mediante un proceso de redistribución de la riqueza a favor de los obreros y de los campesinos y del sector gubernamental. Ningún programa puede tener una prioridad mayor que el de fortalecer la economía de los trabajadores y del Estado, tanto para cambiar el juego de fuerzas en el interior, como para enfrentarse de manera más firme a los monopolios extranjeros.
El fortalecimiento de la economía de los sectores populares y de su influencia en la vida económica y política del país puede lograrse a través de una serie de medidas que conviertan a los obreros y campesinos en propietarios de medios de producción, tierras, bosques, fábricas, etc., que les permitan su manejo, el manejo por ellos mismos de esos recursos y que les aseguren el disfrute de los rendimientos de su trabajo; de una decidida política de salarios y de precios justa; de una participación directa en el manejo de las empresas y organismos estatales, y de adecuadas políticas de asistencia técnica, y de créditos para la producción y comercialización de cosechas y productos industriales que obtengan los trabajadores.
“Productos Forestales de la Tarahumara”, un avance
La reciente formación de “Productos Forestales de la Tarahumara”, para la explotación de los bosques ejidales, de comunidades y de pequeños propietarios en la región de la Tarahumara, en el estado de Chihuahua constituye un importante paso en la dirección de fortalecer la economía campesina, especialmente de las comunidades indígenas tarahumaras. Dada la importancia que reviste esta medida consideramos útil referirnos a algunos de sus rasgos sobresalientes.
En primer lugar debemos destacar que la creación del organismo de referencia se basó en estudios sobre el terreno, tanto en el aspecto económico, como en relación a los problemas demográficos, educativos y de salubridad. De esta manera, las medidas que se han propuesto tienen una base realista basadas en el conocimiento concreto de la región y de sus problemas económico-sociales, lo que puede ser una garantía de buenos resultados.
Los considerandos del Decreto Presidencial respectivo establecen muy claramente las finalidades que se persiguen con la creación del organismo público descentralizado “Productos Forestales de la Tarahumara”, entre los que cabe destacar los siguientes: “la necesidad que tiene el país de que sus recursos forestales sean utilizados eficientemente en beneficio de la industria nacional y de los poseedores de los bosques”. “…los ejidos y comunidades deberán aprovechar directamente sus propios recursos"; "…es necesaria la organización de los ejidos en unidades económicas que permitan un eficiente aprovechamiento del recurso forestal"; "…es necesario centralizar en un solo instrumento los programas de comercialización de los productos forestales de la zona”; y finalmente, que “…es necesario crear un organismo de planeación, coordinación y ejecución de la actividad forestal en el cual participen las diferentes instituciones y grupos interesados”.
En el texto del Decreto se señalan, entre otros, los siguientes puntos importantes: Productos Forestales de la Tarahumara tiene por objeto: “…La planeación de los programas de transferencia de la industria forestal en su fase extractiva y de industrialización primaria a los núcleos (campesinos)”; "…Promover y organizar en ejidos y comunidades la industrialización primaria a los grupos constituidos…, así como la participación de los mismos dentro de la industria privada o de participación estatal”, “programar y negociar la transferencia a ejidos y comunidades de los equipos necesarios para la fase extractiva…”. Entre otras funciones asignadas al organismo se encuentran la construcción de caminos, escuelas, hospitales y viviendas.
En relación a la integración del Consejo que administrará el organismo se asegura la participación de “un representante del Consejo Supremo de la Tarahumara y un representante de cada una de la Uniones de Ejidos forestales que se formen”.
La distribución de las utilidades que se establece nos parece juiciosa, ya que a la vez que asegura una participación importante a los propietarios de los bosques y a los trabajadores —a éstos se les incorpora a la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado— se garantiza el autofinanciamiento del organismo para la conservación de los bosques, de caminos y para operaciones de ampliación, así como para programas de acción social y de capacitación de recursos humanos.
Respecto a este último punto —capacitación— cabe señalar que la Comisión de un estudio hizo una proposición pormenorizada de un programa de preparación de los propios campesinos propietarios de los bosques, en la que se incluyen administradores ejidales, industriales ejidales, técnicos en contabilidad de costos, contadores, peritos en técnicas de comercialización y mercado, administradores de personal, peritos en almacenes e inventario, jefes de mantenimiento de maquinaria, transportistas y de otros técnicos que requerirá la operación eficiente de las explotaciones forestales.
Como puede apreciarse la creación del organismo “Productos Forestales de las Tarahumara” tiende a fortalecer la economía de los campesinos propietarios de los bosques de una importante región del Estado de Chihuahua, que hasta el presente han llevado una vida bastante precaria, no obstante poseer grandes recursos, debido a que han estado sujetos a una explotación exagerada por el abandono en que los han tenido los gobiernos “revolucionarios”.
Estamos seguros que el programa de la tarahumara tendrá éxito porque es una solución a fondo de los problemas campesinos, con la participación directa de ellos en el manejo y explotación de su patrimonio. Este es el camino para liberar a la clase campesina y para fortalecer a la Revolución Mexicana.♦