México da dos pasos positivos con China en la diplomacia y en la economía y al reanudar sus lazos de amistad, los 2 países resultarán beneficiados en el ámbito comercial

El imperio que rige Mao ofrece hoy oportunidad, seguridad, empleos y una economía en ascenso sin ninguna deuda exterior.

Los lazos comerciales y de amistad con el pueblo chino tienen una larga tradición, pues se remontan a la época colonial en que la “Nao de China” nos traía con una amplia variedad de artículos del Oriente el mensaje de amistad de ese gran pueblo laborioso, al tiempo que nos servía de puente para enviar, en reciprocidad, la plata, oro y otros productos del trabajo de nuestro pueblo. Razones históricas interrumpían temporalmente ese intercambio económico y cultural, pero la fuerza de la realidad se imponía para que se reanudaran una y otra vez las relaciones entre los dos pueblos.

La última interrupción del intercambio con el pueblo chino se produjo a raíz de la toma del poder por Mao Tse-tung en el año de 1949, hecho que vino a acentuar la “guerra fría” entre el “Mundo Occidental” y el “Mundo Socialista”. Sin desearlo y en contra de sus intereses, México se vio envuelto en la política de ignorar la existencia del pueblo más poblado del planeta y el tercero en extensión territorial, y de negarle el acceso a los foros internacionales, como las Naciones Unidas y otros organismos.

Durante 22 largos años el intercambio comercial y cultural de México con China se ha limitado a esporádicos contactos individuales y de grupos culturales y de amistad, que ello no obstante, han mantenido vigentes los lazos ancestrales que han unido a nuestros pueblos.

Ahora las condiciones parecen propicias para que se rompan las ataduras que nos mantenían prácticamente aislados del pueblo chino y se abren nuevas avenidas par un intenso intercambio comercial y cultural. Por un lado, la República Popular China se encuentra en un franco proceso de apertura comercial y diplomática sobre la base de principios de respeto mutuo y de  equidad; de esta manera recientemente se ha establecido relaciones diplomáticas con un creciente número de países no socialistas, de alto desarrollo y del “Tercer Mundo”, y con muchos de ellos ha suscrito convenios de intercambio económico y de colaboración técnica.

México, por su parte, siguiendo una política realista e independiente, tiene el firme propósito de estrechar lazos de amistad, de comercio y de intercambio cultural con todos los países del mundo, sobre bases de respeto mutuo y de beneficio recíproco. En la aplicación de esta política se están desarrollando grandes esfuerzos por intensificar el intercambio económico y cultural de los países de la América Central y del resto de la América Latina, incluyendo a Cuba, con el Canadá, Japón y muchos otros países.

En el caso concreto de la República Popular China, México ha dado pasos de gran significación en el reconocimiento de los legítimos derechos de ese país en los foros internacionales y de una política de acercamiento amistoso, económico y diplomático. Claros testimonios de la posición de México respecto a la República Popular China son el discurso del presidente Echeverría en las Naciones Unidas, seguido del voto favorable a la admisión de ese país en dicho organismo y de la cancelación de relaciones diplomáticas con el gobierno de Chiang Kai-shek; la intensificación de los contactos de hombre de negocios mexicanos con las organizaciones comerciales chinas; el Convenio Bancario suscrito por el Banco Nacional de Comercio Exterior con el Banco de China, par culminar con las recientes declaraciones del Presidente respectos a las favorables perspectivas de un intercambio comercial intenso y del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países.

La Nueva China

La importancia que tiene para México el establecimiento de relaciones diplomáticas y la intensificación del intercambio económico y cultural se deriva del hecho de que se trata de un país de cerca de 800 millones de habitantes, con una cultura milenaria, que habita un enorme territorio de grandes riquezas naturales, y que se encuentra en un acelerado proceso de desarrollo y transformación económico-social. Este último aspecto reviste una importancia particular.

En escasos 22 años la República Popular China ha logrado enormes progresos en lo económico y en lo social. Algunos de sus avances son los siguientes:

seguridad económica: el desempleo, que era uno de los problemas más serios del pueblo chino, ha desaparecido por completo, habiéndose incorporado al trabajo remunerado no solamente millones de hombres que se encontraban en paro forzoso, sino un número enorme y creciente de mujeres, con lo que las familias gozan de tranquilidad económica y mejoran constantemente sus niveles se vida. A través de las Comunas Populares el campesino se ha liberado de los explotadores, es ahora dueño de los medios de producción, y no solamente cultiva la tierra, sino que posee y maneja industrias, establos, plantas eléctricas; cría cerdos, patos, gallinas y diversidad de otros renglones de la actividad pecuaria y de servicios.

Liberación y dignidad humana: la liberación del dominio extranjero y de explotación humana ha contribuido directamente a la formación de un nuevo hombre, digno y trabajador, sin vicios, y con un alto sentido de sus deberes ante la nación y respecto a la colectividad de que forma parte. Los vicios del opio, la prostitución, la corrupción y el individualismo, han sido extirpados de raíz en el pueblo chino.

El desarrollo económico: la República Popular China ha logrado avances espectaculares en materia económica. A través de sus Planes de Desarrollo Económico, ha suprimido la anarquía en la producción y distribución, ha realizado grandes obras de control y utilización de los ríos, de caminos, ferrocarriles y puentes; ha emprendido grandes programas de reforestación, de mejoramiento de los suelos y de combate de de plagas; ha logrado grandes avances en la producción de carbón y petróleo y de energía eléctrica; ha creado una estructura industrial de grandes dimensiones, en los ramos de acero, maquinaria, equipo eléctrico, productos químicos, cemento, productos metálicos, construcción naviera, de aviones, de locomotoras y equipo ferroviario y muchas otras ramas; en el sector agropecuario China ha logrado asegurar el abastecimiento, cada vez en aumento, de las necesidades de alimentos y materias primas, y dispone de crecientes cantidades de esos productos para la exportación; por ese tenor, han avanzado la minería, la pesca y los servicios colectivos de transporte, energía eléctrica, dotación de agua, escuelas e instituciones de enseñanza media y superior, etc., etc.

Precios  y salarios: gracias a la economía planificada y a los avances económicos y a la organización de la distribución los precios se mantienen estables con una marcada tendencia a disminuir, lo que permite aumentar la capacidad de compra de la población y de manera constante y con ello sus niveles de vida.

Comercio exterior y moneda: el intercambio comercial de la República Popular China con el exterior se encuentra a un franco proceso de expansión. Año con año aumenta el valor de las exportaciones e importaciones, su variedad, y se diversifica el destino y el origen de ese comercio. Las Ferias de Cantón, que se realizan dos veces al año, la suscripción de convenios de intercambio y de contactos directos son los instrumentos que están permitiendo el crecimiento del comercio exterior; la estabilidad de la moneda china, el Yuan y la seriedad en el cumplimiento de las obligaciones contraídas, son otros de los factores que favorecen la expansión comercial china.

De acuerdo con estos razonamientos, consideramos que la política de acercamiento a la República Popular China, que estamos seguros  coincide con la posición de ese gran país hacia México, es desde todos los puntos de vista correcta y por ello esperamos que se lleve a feliz término, para bien de ambos pueblos que en esa forma podrán ampliar y fortalecer la amistad sobre bases sanas y de comprensión recíproca, que es el fundamento de la solidaridad y convivencia humanas.♦

Ceceña, José Luis [1972], "México da dos pasos positivos con China en la diplomacia y en la economía y al reanudar sus lazos de amistad, los 2 países resultarán beneficiados en el ámbito comercial", México, Revista Siempre!, 974: ##-##, 23 de febrero.