¡Por fin! Un documento verídico: El presupuesto de 1972

Las amortizaciones y los intereses absorberán 23, 556 millones; un fuerte endeudamiento del sector público

Los gastos e inversiones para 1972 serán, en lo esencial, para infraestructura y la Deuda Pública

Diciembre es un mes de euforia: el “aguinaldo”, el “espíritu navideño” y… el Presupuesto de Egresos (e Ingresos) del Gobierno Federal que en este año significará el gasto de 123,381 millones de pesos.

El presupuesto de Egresos para el año de 1972, que acaba de ser presentado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados reviste una importancia esencial porque es propiamente el primero de la actual Administración y refleja, por lo tanto, las líneas generales del Programa de Acción del Gobierno Federal encabezado por el licenciado Luis Echeverría. ¿Qué nos dicen las nutridas cifras del Presupuesto sobre la orientación general de la Política Económico-Social del Sector Público? ¿Qué importancia tiene para el país en general y para los distintos sectores de la población mexicana, en particular? En una palabra ¿hacia dónde vamos y cómo nos encaminamos hacia los objetivos propuestos?

Un rasgo nuevo

La presentación del Presupuesto para el próximo año nos muestra una nueva forma que consideramos de mucha importancia porque muestra con veracidad lo que en realidad se propone erogar el Sector Público durante el año de 1972. Como se sabe, y nosotros lo estuvimos señalando en esta columna, el Presupuesto era presentado en una forma incorrecta, que ocultaba deliberadamente la situación real del Gasto Público en un intento de dar la impresión de que se mantenía el equilibrio entre egresos y gastos, por un aparte, y de inflar el gasto e inversiones en ciertos renglones (educación, por ejemplo), y de ocultar la magnitud de las erogaciones en otros (Deuda Pública, amortizaciones, etc.).

Con la nueva presentación, que incluye todos los renglones de gasto e inversiones que se propone realizar el Sector Público, estaremos en condiciones de conocer la magnitud real de las erogaciones, su distribución por los distintos conceptos, la situación de las finanzas del Estado y la magnitud del déficit gubernamental.

Cuánto se gastará y en qué

El gasto total presupuestado para el Sector Público en el año de 1972 asciende a 123,381 millones de pesos, que se distribuyen entre el Gobierno Federal propiamente dicho y el Sector Paraestatal, en las proporciones de 55.6 por ciento para el primero y del 44.4 por ciento para el segundo.

La Deuda Pública representa el primer renglón del gasto, con 23,556 millones de pesos, correspondiendo 16,365 millones de amortizaciones y 7,191 millones al pago de intereses y gastos. El fuerte gasto en la Deuda Pública muestra palmariamente el alto grado de endeudamiento a que ha llegado el Sector Público, que obedece a un apolítica financiera incorrecta que se venía aplicando, que mantenía a bajos niveles los ingresos propios del Gobierno Federal y del Sector Paraestatal y descansaba en medida desproporcionada en la contratación de créditos en el interior y en el extranjero.

La Educación será el segundo renglón de gastos ya que absorberá 10,539 millones de pesos, que vienen a representar el 19.25 por ciento del gasto total del Gobierno Federal.

El tercer renglón del gasto presupuestado para 1972 es el de “Subsidios y aportaciones del Gobierno Federal” que se eleva a 7,433 millones de pesos. Las sumas mayores se destinarán a los ferrocarriles, 2,433 millones; Seguridad Social, 2,391 millones, y Comisión Federal de Electricidad, 1,715 millones de pesos.

Siguen en importancia en los gastos del Gobierno Federal los siguientes renglones: Recursos Hidráulicos, 4,335 millones de pesos; Defensa Nacional, Marina e Industria Militar, 3,611 millones; Obras Públicas, 3,227 millones y Comunicaciones y Transportes, 2,329 millones de pesos.

La infraestructura, principal preocupación

El análisis general del Programa expresado en el Presupuesto del Sector público nos revela que su principal esfuerzo se dirige a los gastos e inversiones de infraestructura y a los Servicios de Educación y Bienestar. Las erogaciones destinadas a la construcción y mantenimiento de obras hidráulicas, de operación de los ferrocarriles, de generación y distribución de energía eléctrica, sistema vial, obras públicas de tipo diverso, educación, seguridad social, salubridad y Asistencia, representan un alto porcentaje de las erogaciones totales del Sector Público.

En este sentido, al actual gobierno sigue las mismas orientaciones de los inmediatamente anteriores que ha puesto énfasis en mayor o menor grado en las erogaciones de infraestructura y en la atención de servicios de cultura y bienestar. Sin desconocer que nuestro país tiene grandes necesidades aún no satisfechas en esos renglones y de que los gastos de ese tipo son de gran utilidad general, nos parece que el Gobierno debería dar un mayor impulso a las inversiones de tipo industrial que hasta ahora han estado en manos, en lo esencial, salvo el petróleo, el hierro y acero y la producción de fertilizantes, de los pequeños grupos oligárquicos nacionales y extranjeros. Dada la importancia fundamental de las actividades industriales, es indispensable que el Estado amplíe y profundice su intervención directa en esta rama, no solamente para aumentar el empleo, sino para reducir el gran poder que ahora detentan los grandes capitalistas.

Desequilibrio Presupuestal

La insuficiencia de los recursos derivados de los impuestos y de otros conceptos, de parte del Gobierno Federal, y de los recursos propios de parte del Sector Paraestatal se pone de manifiesto por la elevada cifra que se proyecta obtener mediante la contratación de empréstitos. Para 1972 se estima que será necesario incurrir en una deuda de 27,670 millones de pesos correspondiendo 15,144 millones al Gobierno Federal, y 12,526 millones a los Organismos y Empresas del Estado.

Aunque en justicia debemos reconocer que el actual Gobierno siente una seria preocupación por el grado de endeudamiento a que hemos llegado, estamos obligados a señalar que el endeudamiento parece continuar en proporciones indeseables y que será necesario actuar con mayor vigor y decisión para atacar de raíz las causas del creciente déficit del Sector Público. La carga del pago de la Deuda Pública alcanza ya cifras desproporcionadas, ceca de 24 mil millones de pesos para 1972, que además de otros elementos no económicos, constituye un freno para nuestro desarrollo futuro. Habrá necesidad de incrementar los ingresos fiscales, de evitar despilfarros, mejorar la eficiencia administrativa y de los organismos y empresas estatales, revisar la política de precios de los productos y servicios del Sector Paraestatal (Petróleos, Electricidad, Ferrocarriles, etc.) que ahora básicamente constituyen un subsidio para el Gran Capital, coordinar y complementar mejor los distintos componentes del Sector público y de adoptar una serie de otras medidas que puedan asegurar un aposición financiera más sana del Gobierno Federal y de los Organismos Estatales.♦

Ceceña, José Luis [1971], "¡Por fin! Un documento verídico: El presupuesto de 1972", México, Revista Siempre!, 965: 20-21, 22 de diciembre.